COMUNICADO
En la fotografía, el que suscribe (y que figura como padre de la criatura en el registro civil a falta de la confirmación de las pruebas de ADN) no hacía otra cosa que fortalecer el vínculo paterno-filial mediante la copia, simulación, plagio y reproducción de un momento plañidero y de histerismo de su vástaga.
Pudiera parecer que estuviera rindiendo homenaje a la escena goyesca "Saturno devorando a sus hijos" y que el desenlace de la foto hubiera sido la introducción de la criatura en mi tracto digestivo, pero tengo pruebas fehacientes de que no fue así.
En ningún caso esperaba el abajo firmante encontrarse con comentarios inquisidores sobre por qué circulaba yo por el hospital con los pechos a la intemperie y expuestos a las inclemencias meteorológicas. Debo recordar que el nacimiento se produjo en el momento de esplendor de la canícula veraniega, y que practicar el top-less fue la mejor manera de sobrellevar el calor.
Por el pudor que me caracteriza, y del cual albergan dudas algunos de los lectores, me veo obligado a concluir este comunicado diciendo que, de cintura para abajo, y para decepción de las mentes más calenturientas, estaba pertrechado de un tanga de tejido transpirable y unas cangrejeras, despejando así cualquier atisbo de duda con respecto a mi decoro y al run-run generalizado sobre el caracter nudista del hospital.
P.S.: Tapo mis ojos en homenaje al sketch de Faemino y Cansado sobre gente ignominiosa.
P.P.S.: También oculto mis zonas pudendas, que tal y como esta la Iglesia hoy en día, no se libra uno ni de las miradas lascivas de los curas, párrocos y reverendos...
